Y sigue el otoño

 Agua que no has de beber...déjala correr

Un arroyito como tantos de por acá, entre piedras y ramas va dejando su huella sin detenerse jamás.

 Una mañana de un día frío de otoño, un charco, unos rayos tibios de sol tratando de robarle un poco de agua a un charco helado que se la obsequia en forma de brumita vaporosa-

 otoño otoño otoño = color + color + color

El contraste de los amarillos y los rojos con el azul del cielo en un día diáfano es insustituible a la vista de quien gusta de observar y hacer unos clics

 amarillo-rojo-azul

Colores primarios en plena naturaleza

 Las primeras nevadas.

 Un manto blanco que no abriga. 

Un manto helado que invita a esperar por el blanco que se viene: la nieve en todo su esplendor

 En el agua también se puede escribir. Al menos la naturaleza... Los juncos tienen su propia firma

 Las barbas del diablo en todo su esplendor. Cuelgan de las ramas de los Ñires. Son líquenes de color verde muy claro, casi blanquecinos, que parecen hilos enredados. 

Dicen que conviven con la planta...pero lo que yo veo (sin saber nada de nada de forestacion ni nada que se le parezca) es que, donde ellos están, las ramas o las plantas en su totalidad se secan...¿?

 Una primera nevada en el cerro. Ese día fui al cerro (Chapelco) a ver qué encontraba luego de esta caída de nieve. Fue un  amague...poca..pero seguramente preparó el suelo para las que siguieron.

 una siestita refrescante. 

Tarde se acordó que el verano ya pasó...

 Despertóse de su siestita refrescante. Ella no encuentra su abrigo. Está pidiéndolo a gritos...pero las demás   ya andan fregándose las manos frende al calor del hogar

Dorados, ocres, amarillos. El otoño en la montaña es una fiesta de color.